Continúo en mi pueblo disfrutando. Hoy me he bañado, me he subido a un árbol y he disfrutado como un lechón con mi hijo en brazos haciendo algo que yo hacía ya de niño: hemos ido a casa de una vecina y hemos entrado en su gallinero.
Hemos visto gallinas, patos, conejos, perdices... Mi niño no tenía más que ojos para todos esos bichos. Ni se ha inmutado cuando el gallo y una gallina le han despeinado al pasarle volando rozando su cabecita. Sólo se ha abrazado más fuerte a mí :-) Se ha despedido de todos con un beso y diciendo adiós con la mano.
¡Qué orgulloso y feliz me he sentido!
martes, 22 de julio de 2014
Vacaciones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario